Capítulo 4

CAPÍTULO 4

Alianzas entre los voluntarios, voluntarias y el Estado en la gobernanza deliberativa

Introducción

En distintos países y regiones, los voluntarios y voluntarias de grupos marginados ofrecen su tiempo, sus conocimientos y su experiencia, y colaboran con las autoridades estatales en diversos procesos deliberativos, con el propósito de definir resultados de desarrollo. Este capítulo se centra en modelos de alianzas de la gobernanza deliberativa entre los voluntarios, voluntarias y el Estado que existen en cinco países del Sur Global, a saber: la República Democrática del Congo, el Ecuador, Kirguistán, Nepal y Túnez.

Los procesos de gobernanza deliberativa engloban ampliamente foros o espacios en los que pueden participar los voluntarios y voluntarias para entablar un diálogo o establecer prioridades estratégicas. A menudo son un recurso de las entidades públicas para implicar a la ciudadanía más directamente a la hora de encontrar soluciones a algunos de los desafíos de políticas más urgentes. Los procesos de gobernanza deliberativa no cuentan con objetivos o finalidades predeterminadas; más bien, se proponen garantizar la voz y la capacidad de acción de un grupo de la ciudadanía más amplio.

Aspectos destacados

Infografía clave

Conclusión

El voluntariado desempeña un papel importante en la gobernanza deliberativa. Las alianzas entre los voluntarios, voluntarias y el Estado —especialmente aquellas en las que participan voluntarios y voluntarias de grupos marginados— influyen de manera decisiva a favor de la inclusión en procesos que de otra manera probablemente no contarían con estos grupos. A los colectivos que participan voluntariamente en los mecanismos de gobernanza deliberativa, estos procesos no solo les permiten expresar su opinión y ser tomados en serio en la gobernanza pública, sino que también les ofrecen la posibilidad de influir en los resultados.

En los estudios de casos se observa que la participación de los voluntarios y voluntarias con las autoridades estatales fomentó la solidaridad y sirvió para forjar relaciones; asimismo, se obtuvieron resultados más relevantes para las necesidades locales. Es más, los procesos deliberativos otorgaron legitimidad y mejoraron la confianza, con lo que aumentó la apropiación. No obstante, pese a que la inclusión amplifica las voces de quienes tienen menos posibilidad de expresarse, sigue habiendo dificultades para los voluntarios y voluntarias que participan en estos procesos, ya que, en ciertas ocasiones, los espacios deliberativos refuerzan los desequilibrios de poder existentes.